Un verano más, damos por finalizado, con éxito, nuestro curso intensivo de equitación.
Han sido cinco los participantes y han disfrutado, compartido, aprendido y querido en nuestras instalaciones, a nuestros equinos y a la profe, y, nos atrevemos a decir, que, aunque ya se conocían, aquí se han hecho más amigos, puesto que han compartido una experiencia que deja huella y que recordarán mucho tiempo.
Una vez más, agradecer a las familias que confían en nosotros y nos regalan un cachito del verano con sus hijos, para nosotros es un placer y un verdadero tesoro el tiempo que pasamos con ellos. Nos ayuda a seguir aprendiendo y a seguir alucinando con lo capaces que son los caballos.
De este grupo nos llevamos la pasión con la que han vivido cada parte del curso, la seriedad con la que se tomaban las clases de equitación, y el cariño con el que cepillaban y cuidaban de cada caballo, sin menospreciar en ninguno y aceptar las inevitables diferencias que hay entre ellos. Como curiosidad, contaros que es el primer año que no se ha discutido en el reparto de caballos que montaba, cada día,cada uno.
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