Somos Ángel y Cesar Águeda, responsables de una empresa familiar localizada en Grajera, Segovia. Hoy presentamos este blog, Centro Ecuestre La Hípica, donde trataremos de ir publicando nuestras experiencias y actividades como empresa especializada en el mundo del caballo.
Hace aproximadamente 35 años, en el paraje conocido en el pueblo de Grajera por El Campazo, comenzamos la construcción de varias naves para el uso agrícola y ganadero. En concreto para el cebo de cerdos y el engorde de chotos o terneros, almacenes de grano y maquinaria agrícola.
Mientras desarrollábamos estas labores, hubo un espacio para un caballo, con el que imaginar cabalgadas por estos espacios del nordeste Segoviano, mil veces errados con las maquinas de labor.
Tras el primero, llegaron más a la granja, marcando un derrotero de atracción en nuestro carácter, hacia los equinos. Estas y otras circunstancias nos llevaron a reformar algunos de los establos y convertirlas en caballerizas, así como otros espacios exteriores fueron re-convertidos en pistas para el trabajo ecuestre.
En los años 90 llegó el turismo rural, con una trayectoria precursora dentro del turismo activo. Fuimos evolucionando guiados por una intuición, una perspectiva, por decisiones, que sin ser demasiado establecidas, nos permitió conseguir a base de una abnegada obstinación que La Hípica de Grajera se convirtiera en un punto, un referente, un destino dentro de Segovia.
Recordamos los abstractos comienzos, que caracteriza la ilusión por lo original, acicate que nos permitió el franqueo de mil reparos y retos. Las gentes de la comarca con una voluntad costumbrista, conservadora y austera, nos comenzaron a identificar como emprendedores e innovadores.
Cuantos folletos, póster, octavillas, propaganda... Cuanto esfuerzo, ante la mirada incrédula de algunos. Perdimos la cuenta de los eventos, las romerías, los encierros, las gymkhanas con jabalí, exhibiciones, carruseles... Muchas veces, las dudas, ¿merecerá la pena?
Lo primero, intentar aprender. Pero ¿de quien?.
Al mundo de los caballos le arropaba un ovalo alzado por sus tratantes, sus aficionados, y sus “versados”, casi siempre acotado a todo empresario bisoño. Mientras adecuábamos las instalaciones fuimos adquiriendo útiles y equipos, e, incorporando caballos a las cuadras. La paciencia, la maña, el ingenio, el coraje, todo ayudo. Sobre las actividades de aventura, de ocio, de naturaleza, se hablaba vagamente, un nuevo sector emergente, con grandes posibilidades, pero también riesgos.
Así surgió La Hípica, como la chispa de un preludio, un proyecto, un sueño que nos permitió alcanzar una aspiración, seguir viviendo aquí, en nuestro pueblo.
Es céntrica la situación de Grajera en la comarca del Nordeste de Segovia, su paisaje es austero, su clima enérgico, su suelo interesado. Su arquitectura propia, su gastronomía ajena. Su rió, el Seco, su montaña, el cerro de La Horca, sus habitantes escasos, sus posibilidades.., casi las mismas que tienen otros pueblos.
Con el tiempo ajustamos el espacio para bar, restaurante y cocina. Adaptamos una cuadra como picadero cubierto, hoy también plaza de esparcimiento para ofrecer capeas. En la misma cuadra iniciamos la colección de útiles desusados y aperos de labranza, extendida luego al resto de las dependencias del centro.
Ha costado: estudiar, aprender, practicar, entender, enmendar. A pesar de ... Con el apoyo de los amigos, con la complicidad del municipio, con la lealtad del ayuntamiento. Todo fue imprescindible, cada familia que vino y repitió luego, cada labor, cada aliado que nos asistió.
Hoy es el Centro Ecuestre del nordeste segoviano.
Sentimos la misma ilusión, sorteando dificultades distintas, pero con el mismo animo, con el empeño de convertir La Hípica en un centro ecuestre de referencia. Con humildad, con profesionalidad, con experiencia; por y para el caballo. Con todas las posibilidades y disciplinas que este ofrece a sus aficionados.
Aquí nos tienes para lo que necesites. Gracias por vuestra atención.