Ángel Águeda tuvo la suerte de nacer entre caballos. A sus 25 años, Ángel regenta el Centro Ecuestre La Hípica en su pueblo, Grajera, junto a su padre César. Esta empresa familiar es una institución en el mundo de la equitación en el nordeste de Segovia. Ángel es domador de caballos y profesor de equitación, y una persona querida entre todos los caballistas.
Ángel, gracias por esta entrevista.
Gracias a vosotros por contar conmigo para participar en estas entrevistas. Son una gran idea para conocernos mejor entre los caballistas de la zona y poder compartir experiencias y formas de vivir estos fantásticos animales.
¿Cómo recuerdas tus inicios?
Poco, por no decir nada. Puedo hablarte de lo que me han contado que fueron mis inicios jeje.
Desde pequeño, siempre me han encantado los animales. Con tres añitos ya me subían en los caballos.
Los fines de semana eran maravillosos porque íbamos a La Hípica, y allí estaban ellos, enormes hasta el punto de pasar miedo. Los potros, estaba prohibido acercarse a ellos y siempre había algún caballo que daba manotazos a la puerta como Zurdo y al cual no te podías acercar. Daba igual, estaba allí, con ellos. Podía montarlos, limpiarlos, cuidarlos, en fin, vivirlos y eso es algo extraordinario.
Teniendo yo pocos años, mi padre daba clases extraescolares (como seguimos haciendo) y nos juntábamos los chavales del pueblo para aprender a montar lo cual era muy bueno porque así montaba entre semana también.
Desde muy pequeño, siempre he tenido una admiración enorme por mi padre. Cuando era pequeño por lo que le veía hacer con los caballos, por su falta de miedo y su forma de resolver los problemas que potros y caballos le iban planteando, para mí era un héroe. Ahora de mayor es mejor aún ya que él siempre me ha dejado que buscase mi camino dentro de la equitación (cosa que he odiado, pero que ahora mismo agradezco) y eso me ha comprometido mucho con los caballos, con los clientes y con la propia profesión. La comprensión de que el trabajo sea diario y metódico con paciencia y exigiendo lo justo hace que él sea un ejemplo a seguir para muchos cabalistas. Para mí, un héroe.
Al tiempo, el ocio se convirtió en trabajo y este, a veces, era muy injusto, sobre todo, en verano, podía odiarlo muy profundamente, pero una vez se había pasado la rabieta interna siempre querías volver a estar allí, disfrutando, con sus cosas buenas y sus cosa malas.
Yo tenía claro que quería dedicar mi vida a los caballos, empecé a jugar con los caballos más domados de mi padre, a leer y a poner en práctica todo lo que oía y veía lo cual me llevo a encontrarme con puntos en los caballos que me gustaban más que otros. Fui tratando de observar donde se me ponían más cómodos los caballos e ir buscando esos puntos para poder encontrarlos con más facilidad.
Al tiempo, yo con las ideas claras y siendo un desastre en los estudios, compaginé los cursos de Técnico Deportivo en Equitación (TDE) de nivel 1 y 2 a la que terminaba el Bachillerato.
Ya en el TDE 2 conocí a César de la Fuente por la necesidad de alquilarle un caballo que tuviese el nivel exigido para superar ese curso. Hable con él para seguir entrenando y empecé a trabajar en casa, La Hípica.
Desde hace tiempo, Entrenas con Cesar de la Fuente, un maestro de categoría, ¿cómo valoras la experiencia?
Uff… Esta pregunta es compleja ya que podría extenderme en miles de anécdotas y puntos que serían de vital importancia para conseguir transmitir una parte del agradecimiento que le debo a César.
Para mí, César es un ídolo, como jinete, por supuesto, puedo pasar horas viéndolo montar y no me canso, pero como persona, como trabajador, como docente es extraordinario.
La experiencia es única. El hecho de poder contar con un jinete de su categoría a tu lado te lleva a plantearte toda tu equitación, a ser avispado y sensible a la hora de verte montando y a prestar toda la atención a lo que está ocurriendo, a cada detalle. La importancia del trabajo diario, del esfuerzo y, sobre todo, de la pasión por el caballo recibido a cada minuto que estas con él, junto con su sabiduría acerca del mundo del caballo hace que no quieras salir de allí y que quieras saber más y más.
Para una persona dedicada al caballo como yo, es muy importante tener cerca alguien de esta categoría, que nos pueda ayudar en los diferentes problemas que nos surjan con los caballos y que nos recuerde como se monta a caballo.
Al fin y al cabo no hay maestro sin canas y siempre es necesario seguir aprendiendo.
¿Cómo has visto la evolución de la equitación en el nordeste segoviano y hacia donde crees que se dirige?
El nordeste segoviano ha sufrido un cambio positivo en estos últimos años en lo respecta al caballo.
El número de aficionados ha crecido al igual que el número de hípicas y propietarios de caballos bien sean particulares o en las propias empresas. Creo que se está haciendo un gran trabajo de promoción y de información para los aficionados al igual que se ha creado una red entre ellos que, consciente o inconscientemente, nos lleva a todos, a cada vez tener más ganas de encontrarnos con nuestros amigos los caballos y pasar tiempo con ellos. Es de destacar la cantidad de actividades que se han llevado a cabo en nuestra zona y la buena acogida que han tenido, aunque creo que es posible que en algunos momentos la agenda se encuentre un poquito apretada para los que tratamos de ir a todas, encontrándonos en serios compromisos. Confío que este año sabremos organizarnos mejor y tener un calendario más sosegado.
En cuanto a la equitación que es otra cosa muy diferente a la de ir montado en el caballo de cualquier manera, también creo que ha avanzado positivamente y comprendo que el trayecto es largo. Los aficionados se preocupan más hoy en día que hace unos años por sus caballos y están siendo capaces de tenerles más presentes. Encontramos más gente preocupada por la doma de su caballo y, sobre todo, por la suya propia ya que también se ve más cantidad de alumnos dispuestos a empaparse de todo lo que puedan en las diferentes escuelas. Aun así el tiempo que se dan o en el que quieren aprender sobre la equitación es breve tanto para ellos como para sus caballos. La equitación es un proceso muy largo y muy amplio y aunque nuestros objetivos primarios sean los de pasear por el campo con amigos, debemos hacerlo con seguridad y conocimiento para evitar males mayores o perdidas de afición.
Por otro lado encontramos caballos más saludables, mejor comidos, con un pelo más brillante y con unas condiciones de vida mucho más dignas de las que se podían encontrar hace unos años. Son menos los casos de caballos desnutridos o rodeados de chatarra o sueltos en el monte sin ninguna atención.
En resumen hemos avanzado pero en la cultura del caballo nos encontramos muy lejos de un nivel sano. No debemos descuidar ni un solo segundo el tema o se perderá este pequeño avance. Debemos ser capaces de que la gente se empape y coja consciencia de la importancia de las escuelas y de los domadores. Aún se ven cosas muy feas con los caballos y jinetes que dan grandes lecciones desde la ignorancia.
El futuro siempre es incierto. Si seguimos trabajando desde la humildad, con consciencia, tratando de que nuestra gente aprenda valores alrededor del caballo, confiando en los profesionales, conseguiremos que el nordeste de Segovia sea una zona con una buena base de equitación.
Trabajando tantos caballos para otros, ¿te queda tiempo para poner algún caballo para ti? ¿Que buscas en tus caballos?
Hay que montar todos los caballos, todos los días, y si no, no se doman.
He domado muchos caballos que no son míos, sobre todo, en estos últimos años, algunos muy conocidos en la comarca. Siempre me cuido de ser capaz de montar mis caballos después de trabajar los caballos de los clientes, para seguir entrenándolos, como han demostrado en los éxitos obtenidos en los diferentes concursos de la liga interclubs o las diferentes actividades que habéis organizado así como otros concursos a los que hemos acudido.
Lo que más busco en mis caballos es la ligereza, que ellos sean capaces de llevarse por sí mismos a través del equilibrio y la flexibilidad del dorso. Busco que estén atentos a la comunicación con el jinete, que estén tranquilos conmigo y en cualquier situación, porque están conmigo. Busco que sean capaces de expresar su carácter y que se diviertan en el trabajo. Busco su propio bienestar físico y mental, su alegría. Lo más difícil de encontrar es la forma de entenderme con cada uno de ellos tratando a cada uno como un ejemplar único.
En vuestra empresa, habéis tratado siempre de innovar y crear nuevos productos. Recientemente lanzabais el de equinoterapia, ¿que nos puedes contar sobre este tema?
Entiendo la pregunta pero debido al esfuerzo que estamos haciendo para que se entienda lo que hacemos en este campo de la equinoterapia, que recientemente estamos lanzando, debo corregir que no se trata de un producto. Lo que ofrecemos es un servicio. Un servicio de calidad encaminado a lograr la promoción de las personas que de él quieran participar.
Hablar del proyecto de equinoterapia es hablar de Marta. Es el alma del proyecto. Por ella, por su pasión ante los caballos y las personas, y los procesos por los que pasan ellas (las personas) y que son capaces de hacer florecer ellos (los caballos), nos hemos abierto a esta actividad.
Próximamente, organizaremos una sesión expositiva sobre la equinoterapia, sus beneficios, nuestro proyecto y el encuadre filosófico en el que le entendemos.
Contaros que la equinoterapia es una alternativa terapéutica y educativa que se vale de lo que el caballo es y aporta para potenciar aprendizajes, reeducar áreas, prestar apoyos, fomentar actitudes, y rehabilitar capacidades y comportamientos. La base de la intervención la proporciona la formación de la terapeuta, en nuestro caso Marta es educadora social y psicopedagoga, además de haber cursado el posgrado de equinoterapia y coaching, por lo que la intervención tiene objetivos en el área cognitiva, social, comunicativa, emocional, psicológica, sensorial,..
Planteamos la intervención de una manera integral y por ello está abierta a toda persona. No es un proyecto, como tiende a entenderse, únicamente para personas con discapacidad, sino para todas las personas ya que somos todos lo que, en algún momento, necesitamos apoyo en algún área o ámbito de nuestras complejas vidas.
Estamos muy convencidos de este proyecto y preparados, por lo que animamos a todo el que quiera, a venir a conocerlo, las posibilidades de la equinoterapia son infinitas.
¿Qué otros proyectos te gustaría comentar sobre las actividades de La Hípica?
La Hípica lleva en funcionamiento 30 años. Desde sus comienzos lleva a cabo actividades de doma y desbrave, clases de equitación, pupilajes y paseos a caballo.
Debido a la constante práctica y formación en nuestro campo, a día de hoy podemos decir que, seguimos ofertando esas actividades, y hemos podido añadir otras como son: la participación y preparación a concursos de diferentes disciplinas ecuestres (Raid, TREC, Doma Clásica, Equitación de trabajo...) y la práctica de diferentes juegos ecuestres: la caza del zorro, carnavales a caballo,.. Gracias, también, a la dinamización ecuestre que está viviendo la zona con la Asociación de Caballistas del Nordeste
Además, la cafetería y restaurante de la que disponemos nos hace poder ofertar pack de actividades más comida o cena, y contamos con las instalaciones, recursos y material para ofertar capeas a grupos.
Con la incorporación de Marta Barrio al equipo también se multiplican las posibilidades: equinoterapia, ejercicios de coaching para grupos, parejas, o individuales; jornadas ecuestres para mayores de 65, para grupos de personas con discapacidad, para familias,..
Estamos muy orgullosos del trabajo puesto que podemos ofertar actividades adaptadas a todo tipo de petición pues podemos cubrir necesidades de aprendizaje ecuestre y, además, contamos con la mirada sensible hacia el caballo para ofrecer actividades que hagan crecer a las personas. Todo ello pudiéndolo alimentar con los menús caseros que nuestro restaurante ofrece y decorándolo con actividades complementarias como el tiro con arco.
Hasta aquí la entrevista, aunque no quiero cerrarla sin dar las gracias de nuevo a la Asociación de Caballistas por contar conmigo para esta iniciativa que cada día tiene más seguidores, y, por supuesto, a todos vosotros que la habéis leído.